Nuestra Parroquia

En el Partido de Tres De Febrero, la obra de la Virgen de la Merced nació en la localidad de Caseros a principios del siglo XX, cuando un grupo de damas se propuso como meta levantar un templo. Se concretó, entonces, la construcción de una capilla, en la que en junio de 1909 se celebró la primera misa. Luego, el 14 de julio de 1927, se inicia la construcción del templo, que se habilitó ocho años más tarde. Finalmente, en mayo de 1936, se erige en Capellanía Vicaria siendo declarada parroquia el 20 de diciembre de 1942. 

Nuestra Señora de La Merced, es la Patrona del Partido de Tres de Febrero.

Oración:

 "Señora Nuestra de la Merced, Patrona de Tres de Febrero, te pedimos por nuestro municipio, por sus habitantes y sus intenciones, y alcánzanos la verdadera libertad de los hijos de Dios para que nos hagas libres de cualquier forma de esclavitud, espiritual, material o de conciencia; de modo que experimentemos en nosotros la alegría de la salvación. Amén" 

Historia

"El 24 de septiembre es la fiesta de esta advocación de María, a quien levantan sus oraciones todos aquellos que perdieron su libertad, o luchan por su independencia". El profesor e historiador tucumano, Luis Yanicelli, recuerda al General Manuel Belgrano, y también la batalla de Luis la que "hoy puede gloriarse la patria completa".

Los tucumanos tienen una particular devoción por la Virgen de la Merced, que es la misma Virgen que viene acompañando a la ciudad desde el momento de su fundación en el primer asentamiento de Ibatín.

De origen español, esta advocación de la madre de Jesús, se le apareció en el siglo 12 al religioso San Pedro Nolasco para pedirle que fundara una orden que pudiera liberar a los cristianos esclavizados bajo el poder de los musulmanes.

Después, con Pedro de Mendoza, llegaron los primeros mercedarios a esta región. También lo hicieron acompañando a la corriente colonizadora que ingresó por el norte. Y a ello se debe que la devoción a Nuestra Señora de la Merced sea una de las más antiguas del país.

El general Manuel Belgrano la proclamó Generala del Ejército Argentino, y le hizo entrega de su propio bastón de mando después de la batalla de Tucumán, cuya victoria, que ocurrió en esta misma fecha, atribuyó a su protección.

Belgrano sabía de esta particular devoción de los tucumanos e invoca a Nuestra Señora de la Merced la experiencia bélica que iba a tener en la ciudad. Seguramente esto generó la confianza, la mística, y el espíritu de esta batalla popular, donde el pueblo, el hombre de a pie, es protagonista. El artesano, el ganadero, el pulpero, se levantan y dan este triunfo glorioso a Tucumán. Tal es así que en el parte de guerra Belgrano dice: "hoy puede gloriarse la patria completa, asistido por la Virgen de la Merced, bajo cuya protección nos pusimos".

Como el enfrentamiento con los españoles había tenido lugar el mismo día 24 de septiembre no se pudo hacer la procesión. Entonces, el general Belgrano eligió el 28 de octubre para realizar la ceremonia en la que le otorga nombramiento de generala del Ejército.